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Papá por Defecto o Cuando el Hermano Mayor se Hace Cargo de la Familia

Varios clanes en Chile han enfrentado la muerte temprana del padre. Alfredo Schmidt, reconocido empresario, cuenta su historia de cómo él se convirtió en el hombre de la casa a los 12 años.

Por Gabriela Bade y Lorena Guzmán, El Mercurio.

"Éramos cinco hermanos y cuando yo tenía 12 años, mi papá tuvo un accidente de automóvil y se mató. Y eso significó que tuve que transformarme un poco en marido de mi mamá y en padre de mis hermanos".

Alfredo Schmidt Montes no está acostumbrado a hablar de estas cosas en los diarios. Su historia de hombre público está en otros frentes: en la construcción, el agro, el rodeo.

Pero aceptó desempolvar su historia familiar para hablar de otra manera de ser papá. La del hijo mayor, que asume el mando cuando el papá ya no está. Y no son pocas las familias que han enfrentado el problema.

El alcalde de Peñalolén, Claudio Orrego, vivió la misma pérdida; también en la familia de Patricio Mekis, tras su muerte en 1977, el hijo mayor se puso al mando.

Para los Schmidt Montes, a partir de ese fatídico año 1952, se venía un tiempo de rigor. "Sentí que tenía que esforzarme más porque, si quería llegar a algún lado y que la familia llegara a algún lado, teníamos que hacer las cosas bien.

Y eso es lo que se ha transmitido a toda la familia", cuenta Alfredo Schmidt.

¿Fue muy severo? "No", dice. Pero su hermano menor lo desmiente: "Yo compartía la pieza con él y era un jodido de siete suelas". Luis Schmidt, que hoy preside la Sociedad Nacional de Agricultura, sabe muy bien lo que vale su hermano mayor.

"Aunque estaba mi madre, siempre vi el tema paterno por el lado de él. Era el que daba las instrucciones. El que hacía valer su papel de educador y era nuestro referente".

De dueña de casa, doña Luz Montes pasó a coser vestidos para las amigas y luego comenzó a viajar a Arica para comprar prendas de nylon. "Como ella viajaba mucho, yo les pagaba a las empleadas; pagaba las cuentas del pan y la leche.

Les revisaba las tareas a mis hermanos y un poco tenía que cascarles, también. En esa época se usaba darles palmadas a los más chicos. Y enseñarlos a ser responsables.

Eso significó que se fue creando una relación que se mantiene a través de los años. Todavía soy un poco consejero".

Para Luis, la síntesis de lo que fueron esos años en la casona de Carmen Covarrubias, en Ñuñoa, donde vivían prácticamente en una cuadra entera para ellos, es que fue feliz.

"Él ejerció desde muy jovencito una tarea para una familia numerosa. Y estaba siempre preocupado de cada uno de nosotros", cuenta.

Actualmente, los hermanos se juntan con rigor semanal y la mamá, de 92 años, es el faro.

Ahora que cada uno tiene sus propios hijos, ¿le sirvió al pequeño Alfredo la experiencia para criar más tarde a sus seis hijos? "A uno nunca nadie lo prepara para ser papá. En eso nos debieran educar mejor, pero sin duda la experiencia ayuda".

Buena Nota

Una encuesta realizada por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública (CESOP), de la Universidad Central, preguntó a 300 personas de la Región Metropolitana qué nota le pondría a su padre. El promedio total fue un 6,3.

El 51% de los consultados le puso un 7; el 23% le otorgó un 6; el 7% lo calificó con un 5; el 5% lo reprobó; en tanto que el 3% le dio a su padre un uno.

29,7
Años en promedio tenían los hombres en 1990 al convertirse en padres.

30,7
Años en promedio tenían los padres primerizos en 2005.

1 de cada 23
Hombres emplea tiempo de las labores del hogar en cuidar niños de entre 4 y 17 años.

1 de cada 40
Hombres dedica tiempo a cuidar a menores de 4 años.